Una nueva investigación de un equipo de paleontólogos de la Universidad de Nebraska-Lincoln concluye que los reptiles gigantescos coexistieron con los mamíferos, hace unos 40 millones de años, en bosques tropicales del sudeste de Asia, compitiendo por la alimentación y otros recursos. Estos científicos describen sus hallazgos tras analizar fósiles del lagarto gigante de Myanmar en la revista "Proceedings of the Royal Society B".
El estudio demuestra que es uno de los lagartos más grandes conocidos que ha vivido en la Tierra. Al animal se le ha dado el nombre oficial de Barbaturex morrisoni, en memoria del líder de The Doors, Jim Morrison, apodado el Rey Lagarto. De casi seis metros de largo y un peso de más de 27 kilogramos, el lagarto proporciona nuevas pistas sobre la evolución de los reptiles herbívoros y su relación con el clima global y la competencia con los mamíferos.
En la actualidad, los lagartos herbívoros como iguanas y agámidos son mucho más pequeños que los grandes mamíferos herbívoros. Los lagartos más grandes, como el dragón de Komodo, se limitan a las islas que están a la luz de los depredadores mamíferos, pero no se sabe si los lagartos tienen un tamaño limitado por la competencia con los mamíferos o las temperaturas de climas modernos.
Barbaturex morrisoni vivía en un ecosistema con una gran diversidad de mamíferos, tanto herbívoros como carnívoros durante una época cálida, hace entre 36 y 40 millones de años, cuando no había hielo en los polos y los niveles atmosféricos de dióxido de carbono eran muy altos. La criatura era más grande que la mayoría de los mamíferos con los que vivió, lo que sugiere que la competencia y la depredación por mamíferos no restringían su evolución en una especie gigante.
Los fósiles del lagarto gigante, que se encontraron originalmente Ciochon y sus colegas en la década de 1970 en Myanmar, estuvieron sin estudiar en el Museo de Paleontología de la Universidad de California hasta hace pocos años, cuando Jason Head y Patricia Holroyd comenzaron a analizarlos.
Cuando examinaron la cabeza de los fósiles, se dieron cuenta de que los huesos de la criatura son característicos de un grupo de lagartos modernos que incluyen dragones barbudos, camaleones y herbívoros como los lagartos de cola espinosa, pero de un tamaño considerable.
Además, se percataron de que las crestas en la parte inferior de la mandíbula sugieren que apoyaba los tejidos blandos, al igual que algunos lagartos modernos que les confieren un aspecto barbudo, de ahí el nombre de Barbaturex ("rey barbudo").
A su juicio, el descubrimiento de B. morrisoni lleva a otras grandes preguntas como durante cuánto tiempo llevan persisten en el registro fósil, en qué partes del planeta se dispersaron, la relación entre la evolución del tamaño de los reptiles y la temperatura global de la historia y si un calentamiento del clima podría hacer reaparecer a los reptiles gigantes.
Imágenes de la Universidad Nebraska-Lincoln.
Europa Press
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