Leakey formó parte de un equipo de expertos que descubrieron en Kenia y Tanzania fósiles que demostraron que los orígenes del hombre eran más antiguos de lo que se pensaba hasta entonces.
Casada con el también arqueólogo Louis Leakey, Mary Leakey fue la encargada de dirigir las excavaciones del yacimiento de la garganta de Olduvai (Tanzania), en el que se halló una mandíbula de Paranthropus boisei. Mary Leakey siguió una pista de 89 metros de largo en donde quedaron marcadas las huellas del Homo habilis, y así, descubrió que se desplazaba de forma bípeda, una de las claves más importantes del estilo de vida durante el Pleistoceno.
Además, Leakey encontró el cráneo un homínido de 1,75 millones de años de antigüedad, el Australopithecus boisei, y halló junto a su marido restos fosilizados de cuatro individuos de entre 1,6 y 1,8 millones de años de antigüedad, que en un estudio de la revista Nature (1964), fueron denominados Homo habilis. Esto encendió un tenso debate entre la comunidad científica (algunos expertos encontraban importantes similitudes entre este nuevo hallazgo y el Australophitecus y el Homo erectus, especies por encima y por debajo en la escala de antigüedad) sobre el que, años más tarde, arrojó luz el hijo de Mary Leakey cuando localizó en Kenia cráneos de hace 2 millones de años.
1 comentario:
Bonita y justa conmemoración. Pero, ¿Australopithecus boisei? La especie fue adscrita al género Paranthropus por Robinson en 1960 y posteriormente al género Australopithecus por Leakey en 1964. Pero finalmente ha prevalecido la adscripción de Robinson.
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