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viernes, 8 de febrero de 2013
Científicos generan el árbol de la vida más amplio sobre los mamíferos placentarios.
Poco después de la extinción de la mayoría de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años, un pequeño mamífero, de un cuarto de kilogramo de peso, con aspecto de roedor, cola peluda y comedor de insectos, comenzó a desarrollarse. El animal podría ser el antepasado común de los mamíferos placentarios, de los roedores, los monos, las ballenas e incluso de los seres humanos.
Un equipo científico internacional acaba de publicar en la revista "Science"este descubrimiento que cuestiona la teoría de que los mamíferos se diversificaron justo después de la extinción de los dinosaurios creando los órdenes de mamíferos que existen actualmente. Esta pequeña criatura prueba que los placentarios no se desarrollaron durante el Mesozoico, la era de los dinosaurios, sino poco después de su extinción. Y que esta criatura es un ancestro común que comenzó con esa diversificación.
Los investigadores han obtenido su reconstrucción teórica cruzando características de 46 especies actuales y 40 extintas, y combinando los datos con análisis de ADN. Una vez recopilados los datos, los investigadores crearon un árbol familiar, filogenético, en el que muestran las relaciones evolutivas de los mamíferos desde el Triásico hasta la actualidad.
En este gran estudio de la Fundación Americana para la Ciencia (NSF), que ha durado seis años, han participado 23 científicos de varios países. La conclusión es que especies como los roedores y los primates no compartieron la tierra con los dinosaurios no avianos sino que emergieron a partir de un ancestro común poco después de la desaparición de aquellos. De hecho, empezaron a diversificarse enseguida, en términos geológicos: apenas unos 200.000 o 400.000 años después de la gran extinción.
Imagen de Carl Buell
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