La mayoría de los fósiles conocidos de los primeros tetrápodos se encuen
tran atrapados en la roca, pero los científicos han logrado estudiarlos, sometiéndolos a la energía de alta radiación del sincrotrón European Synchrotron Radiation Facility (ESRF) situado en Grenoble (Francia). El equipo pudo observar los fósiles con asombroso detalle y se dieron cuenta de que lo que se suponía que era el primer hueso en cada vértebra, en realidad era el último.
Los científicos creen que al entender cómo encajan entre sí cada uno de los huesos, se podrá empezar a explorar la movilidad de la columna vertebral y probar la forma en que puede haberse transferido las fuerzas entre los miembros durante las primeras etapas del movimiento sobre la tierra.
En uno de los animales se encontró que tiene un "esqueleto" de características desconocidas hasta ahora que incluye una cadena de huesos que se extiende hasta la mitad de su pecho y representa el primer intento de la evolución en un esternón óseo. Ese tipo de estructura le permitiría soportar el peso del cuerpo en su pecho mientras se movía sobre la tierra.
La investigación científica se ha publicado en la prestigiosa revista Nature.
Nota de prensa de la Royal Veterinary College
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