Paleontólogos han descubierto una enorme nueva especie de tortuga fósil que vivió hace 60 millones de años en América del Sur. La investigación, publicada en la revista Journal of Paleontology, describe a un animal de 1,5 metros de longitud, con un caparazón redondo como el neumático de un coche que pudo servirle para defenderse de Titanoboa, la serpiente más grande del mundo.
La nueva especie de tortuga ha sido bautizada como Puentemys mushaisaensis porque se encontró en la fosa La Puente, en la mina de carbón Cerrejón, un lugar famoso por sus numerosos descubrimientos paleontológicos, entre ellos la extinta serpiente Titanoboa y la Carbonemys, una tortuga de agua dulce grande como un coche. Todos estos enormes animales evidencian que, tras la extinción de los dinosaurios, los reptiles tropicales eran mucho más grandes de lo que son ahora.
La característica más peculiar de esta nueva tortuga es su caparazón muy circular, del tamaño y la forma de un neumático de un coche grande, que podría desalentar a los depredadores, incluyendo a la Titanoboa, ya que su anchura probablemente era superior a la expansión máxima de la boca de la serpiente gigante. Además, podría haber ayudado a regular su temperatura corporal. Su forma de cúpula circular aumentaba la superficie del cuerpo expuesta al sol, permitiendo que la tortuga, de sangre fría, se calentara más rápido y permaneciera más activa.
Abc
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