Un nuevo estudio científico, publicado en la revista Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments, aporta luz sobre lo que le ocurrió a un ejemplar del reptil marino ictiosaurio gestante, de 182 millones de años de antiguedad, hallado en Holzmaden (Alemania).
El esqueleto del animal se encontró muy bien conservado y a su alrededor sus diez embriones aparecieron esparcidos, como si el ictiosaurio hubiera explotado y los hubiera dispersado en todas direcciones.
Hasta ahora, los investigadores creían que esta extraña disposición de los huesos fosilizados de hembras de ictiosaurio, se debía a que los cuerpos "explotaban" después de morir, probablemente a causa de la putrefacción de los gases producidos por el cuerpo durante el proceso de descomposición.
Pero el nuevo estudio, realizado por un equipo de sedimentólogos, paleontólogos y forenses suizos y alemanes ha derribado el mito de los ictiosaurios que explotan. Al parecer, los gases producidos por el cuerpo de un ictiosaurio en descomposición no podía ejercer la suficiente presión como para provocar un efecto explosivo. Los investigadores llegaron a esa conclusión tras comparar las emanaciones de gases de cien cuerpos humanos sin vida, aplicando los resultados a todos los vertebrados pulmonados en general..
Para los investigadores la dispersión de los embriones se puede explicar ya que por regla general, los cuerpos se hunden en el lecho marino inmediatamente después de su muerte y una vez en el fondo, sus restos quedan expuestos a la acción de la putrefacción, los carroñeros, los organismos comedores de huesos y los procesos de disolución debidos a la propia agua del mar.
También pudo ser que el reptil marino muriera en aguas superficiales y entonces su cuerpo pudo aflorar hasta la superficie debido a sus propios gases de descomposición. Una vez arriba, el cuerpo sería carroñeado y se volvería a hundir, momento en el que los embriones hubieran salido de entre los huesos del ictiosaurio debido a la acción de pequeñas corrientes marinas.
ABC
The Guardian
No hay comentarios:
Publicar un comentario