Después de 35 años desde que se recogieron en Nueva Zelanda unos fósiles de un pingüino gigante, se ha logrado completar la reconstrucción del animal. Los resultados, publicados en "Journal of Vertebrate Paleontology", ofrecen a los investigadores nueva información sobre la diversidad de los pingüinos prehistóricos.
Los investigadores han apodado "Kairuku" al pingüino, una palabra maorí que se traduce como "buzo que regresa con comida". El experto Dan Ksepka, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, se interesó en el fósil porque su forma corporal es diferente a la de todos los pingüinos conocidos, tanto vivos como extintos.
Kairuku fue una de las, al menos cinco especies diferentes de pingüinos que vivieron en Nueva Zelanda durante el mismo período Oligoceno.
Los investigadores realizaron la reconstrucción a partir de dos fósiles de Kairuku, por separado, utilizando el esqueleto de un pingüino rey actual, como modelo. El resultado es un ave elegante, con un cuerpo delgado y aletas largas, pero patas cortas y gruesas.
Referencia: Ksepka, D.T., R.E. Fordyce, T. Ando, & C.M. Jones. 2012. New fossil penguins (aves sphenisciformes) from the Oligocene of New Zealand reveal the skeletal plan of stem penguins. Journal of Vertebrate Paleontology 32(2): 235-254.
Imagen Chris Gaskin / Otago University
El Mundo
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