Hace 270 millones de años (Pérmico), en lo que hoy es Sudamérica, vivió un carnívoro depredador, de más envergadura que un león, y unos seis metros de longitud, que llegó a colonizar buena parte del planeta, donde aún no existían los dinosaurios. Se trata de un dinocéfalo que perteneció a la familia de los reptiles (terápsidos) y que vivió en Brasil.
Un equipo internacional, dirigido por el paleontólogo Juan Carlos Cisneros, de la Universidad Federal de Piauí (Brasil) ha logrado localizar el cráneo completo de un ejemplar, cuya especie ha sido bautizada como "Pampaphoneus biccai" ("el asesino de la Pampa"). El estudio se publica esta semana en la revista "Proceedings of National Academy of Science" (PNAS).
El dinocéfalo es un pariente lejano de los mamíferos, tenía incisivos entrelazados y cierto engrosamiento en los huesos del cráneo, que se cree que era una adaptación a las embestidas de otros congéneres cuando se disputaban el territorio o las hembras. Algunas especies incluso desarrollaron un cuerno.
En el caso del "Pampaphoneus", el cráneo descubierto mide unos 35 centímetros de longitud. El animal poseía cuatro grandes dientes (dos superiores y dos inferiores) en forma de gancho para atrapar a sus presas con gran rapidez. Los huesos del cráneo que se han recuperado tenían muchas rugosidades, similares a las que hoy en día presentan los de los cocodrilos.
El hallazgo es importante porque es el carnívoro terrestre más antiguo de Sudamérica. Además, el análisis comparativo de este fósil con otros dinocéfalos ha permitido descubrir que está relacionado con los restos encontrados con anterioridad en tierras tan lejanas como Rusia y Sudáfrica, lo que constituye una fuerte evidencia de que las faunas terrestres en el supercontinente Pangea tenían una distribución global en aquel período.
Fotografía J.C. Cisneros
El Mundo
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