El estudio demuestra que estos animales alados y con dientes eran bastante más grandes de lo que se creía, hasta 7 metros de envergadura.
Con muy pocos recursos, solo la punta de la mandíbula superior y un diente roto, los científicos pudieron recrear exactamente qué aspecto tenía esta criatura. «Es un espécimen muy feo», reconoce David Martill, de la Universidad Portsmouth. .
Sin embargo, el fósil del Museo de Historia Natural encontrado en el siglo XIX en un yacimiento de Cambridgeshire demuestra que podían ser aún mayores y alcanzar los 7 metros. Es realmente un tamaño considerable, pero no llega al de lo pterosaurios sin dientes, que podían medir 10 metros con las alas extendidas. El reto de los investigadores es llegar a esclarecer los motivos de estas diferencias.
Ilustración de Mark Witton
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