En la zona de la Costa de los Dinosaurios, en Asturias, también podemos degustar dulces especiales de dinosaurios. En el Museo Jurásico de Asturias (MUJA) se venden las Colungalletas, unas pastas de harina, grasa vegetal, azúcar, huevo, mantequilla y gasificantes, elaboradas por Muriedas Repostería. En el envoltorio de este producto se puede ver publicidad turística de la zona con fotografías de la reproducción de la cópula de los T-Rex, la forma de huella tridáctila del MUJA, icnitas existentes en la playa de La Griega y una plaza de la villa de Colunga. Además de Muriedas Repostería existen otras dos pastelerías que elaboran galletas con forma de dinosaurios, que se comercializan en el MUJA: la Confitería Colón, situada en Villaviciosa y la Confitería Cristina, en Lastres.
En el MUJA también se venden unos bombones artesanos de chocolate con leche con forma de icnitas de dinosaurio, a los que han llamado "Huellas del Jurásico". Este dulce original, de la Confitería Colón , tiene buen sabor y posee un packaging de calidad y atractivo, pero la cantidad es escasa (por propia experiencia se que te quedas con ganas de comer más).
En la Confitería La Torre, de la localidad de Colunga, se comercializa desde hace años una tarta jurásica, elaborada con harina, azúcar, mantequilla, huevos, nueces molidas, levadura en polvo y mazapán. Para acompañar a este producto, elaboran con harina, huevos, nuez y azúcar, unas pastas con forma de icnita que adornan la tarta.
Os dejamos la receta del postre, cuyo autor es Daniel Suárez Martínez, por si alguno queréis prepararla.
Receta tarta jurásica, Daniel Suárez Martínez, de Confitería La Torre.
Se engrasa y enharina un molde circular de 24 centímetros y sobre él se extiende la pasta base y se pincha con un tenedor (ver consejos). Sobre ella se dispone el relleno fundiendo la mantequilla al baño María y añadiendo el azúcar; después se suman las yemas (batiendo bien) y finalmente la harina, las nueces molidas y la levadura. Ha de formar un todo muy homogéneo. Hornea a 180 grados centígrados durante una media hora abundante.
Para preparar la cobertura de yema se hace un almíbar con azúcar y agua que lentamente se vierte sobre las yemas, ya batidas, dispuestas a un recipiente de doble fondo al baño María. Conviene revolver con cuchara de madera continuamente hasta que rompa el hervor. Inmediatamente se vierte sobre el relleno de la tarta y se deja que la empape durante una hora. Finalmente se cubre con azúcar y se requema con pala bien caliente.
Con el mazapán ya elaborado según costumbre (ver consejos) se diseñan unas figuritas tipo huellas de dinosaurio o dinosaurios pequeñitos y se disponen sobre la yema quemada.
Trucos
Para preparar la base de la tarta se deben amasar muy bien los ingredientes indicados, cubrir el amasado con un plástico y dejar que repose en frigorífico durante un mínimo de 6 horas.
Elaborar el adorno de yema puede resultar un poco complicado pues puede pegar en el fondo. Conviene batir muy bien para evitarlo y seguir cuidadosamente el método que se indique.
El mazapán se prepara según costumbre: basta elaborar un almíbar con azúcar y agua, mezclar después con la almendra molida y dejar en reposo en frigorífico durante un día.
Fotografías: José Ignacio Ruiz-Omeñaca (primera), Silvia Mielgo (segunda), Confitería La Torre (tercera).
Receta recogida en La Nueva España
En el MUJA también se venden unos bombones artesanos de chocolate con leche con forma de icnitas de dinosaurio, a los que han llamado "Huellas del Jurásico". Este dulce original, de la Confitería Colón , tiene buen sabor y posee un packaging de calidad y atractivo, pero la cantidad es escasa (por propia experiencia se que te quedas con ganas de comer más).
En la Confitería La Torre, de la localidad de Colunga, se comercializa desde hace años una tarta jurásica, elaborada con harina, azúcar, mantequilla, huevos, nueces molidas, levadura en polvo y mazapán. Para acompañar a este producto, elaboran con harina, huevos, nuez y azúcar, unas pastas con forma de icnita que adornan la tarta.
Os dejamos la receta del postre, cuyo autor es Daniel Suárez Martínez, por si alguno queréis prepararla.
Receta tarta jurásica, Daniel Suárez Martínez, de Confitería La Torre.
Se engrasa y enharina un molde circular de 24 centímetros y sobre él se extiende la pasta base y se pincha con un tenedor (ver consejos). Sobre ella se dispone el relleno fundiendo la mantequilla al baño María y añadiendo el azúcar; después se suman las yemas (batiendo bien) y finalmente la harina, las nueces molidas y la levadura. Ha de formar un todo muy homogéneo. Hornea a 180 grados centígrados durante una media hora abundante.
Para preparar la cobertura de yema se hace un almíbar con azúcar y agua que lentamente se vierte sobre las yemas, ya batidas, dispuestas a un recipiente de doble fondo al baño María. Conviene revolver con cuchara de madera continuamente hasta que rompa el hervor. Inmediatamente se vierte sobre el relleno de la tarta y se deja que la empape durante una hora. Finalmente se cubre con azúcar y se requema con pala bien caliente.
Con el mazapán ya elaborado según costumbre (ver consejos) se diseñan unas figuritas tipo huellas de dinosaurio o dinosaurios pequeñitos y se disponen sobre la yema quemada.
Trucos
Para preparar la base de la tarta se deben amasar muy bien los ingredientes indicados, cubrir el amasado con un plástico y dejar que repose en frigorífico durante un mínimo de 6 horas.
Elaborar el adorno de yema puede resultar un poco complicado pues puede pegar en el fondo. Conviene batir muy bien para evitarlo y seguir cuidadosamente el método que se indique.
El mazapán se prepara según costumbre: basta elaborar un almíbar con azúcar y agua, mezclar después con la almendra molida y dejar en reposo en frigorífico durante un día.
Fotografías: José Ignacio Ruiz-Omeñaca (primera), Silvia Mielgo (segunda), Confitería La Torre (tercera).
Receta recogida en La Nueva España
2 comentarios:
genial! es cierto que da hambre ver esas fotos
Habrá que probar las Colungalletas y la tarta jurásica la próxima vez que nos acerquemos hasta el MUJA. Los bombones estaban buenos, pero eran muy pocos para compartirlos.
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