La investigación estableció que los fósiles corresponden al crustáceo conocido como 'ostracod' que no hubiese podido sobrevivir en las actuales gélidas temperaturas antárticas, según el informe. Se sugiere que es posible que al menos la parte más meridional del continente no haya sido tan helada como lo es ahora. Para que pudiesen sobrevivir esos crustáceos, las temperaturas reinantes tendrían que haber sido unos 17 grados centígrados más altas de lo que son ahora, según los científicos.
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