El estudio concluye que los elefantes y los sirenios de alta mar, el manatí y el dugongo, podrían compartir antepasados anfibios comunes. Para llegar a esta conclusión se analizaron los datos isotópicos de unas dentaduras de 37 millones de años, provenientes de las extinguidas familias de los moeritéridos y baritéridos, pertenecientes a los proboscídeos.
Las conclusiones del estudio aportan nuevas hipótesis que permiten asegurar que los elefantes actuales están derivados de antepasados anfibios.
El Mundo Foto PNAS
1 comentario:
Interesante, hubiera pensado que todos descendían de un animal de hábitos más terrestres y que los moeritéridos eran una especialización a la vida anfibia
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