Ayer algunos periódicos (El Mundo o Público) se hicieron eco del hallazgo se siete plumas, de hace 100 millones de años, atrapadas en un trozo de ámbar. La noticia ya corría por al blogosfera desde hace bastante tiempo, pero la volvemos a recoger para los que no lo hayais leído.
Las plumas presentan un excelente estado de conservación y fueron halladas en una mina al oeste de Francia, en el año 2000. Se encuentran dentro de un trozo de ámbar, y el cañón de las mismas (eje central) es de los más primitivos que se conocen y que más parecidos son a los actuales, según ha señalado el equipo investigador a National Geographic News.
«Es muy probable que las plumas procedan de un dinosaurio y no de un ave», ha señalado Vincent Perrichot, del Instituto Paleontológico de la Universidad de Rennes, en Francia, autor del hallazgo y que ha participado en su posterior estudio. Las plumas de 100 millones de años de antigüedad son similares a las fibras fosilizadas encontradas en los dinosaurios terópodos, igualmente parecidas a las de las aves actuales. Esta circunstancia indica que el hallazgo en Francia podría aportar nuevos datos a la teoría dominante de que los dinosaurios dieron lugar a las aves una vez que desaparecieron, según ha explicado el equipo de Perrichot. Además otros restos fosilizados de dientes de dinosaurio fueron hallados justo por encima del sustrato que contenía los trozos de ámbar donde fueron halladas las plumas, lo que todavía da más verosimilud a que pertenecieran a una especie de dinosaurio.
El Mundo Foto: Didier Néraudeau
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